Postre de queso y melocotón

Calorías por ración: 250

Dificultad alta

Cantidad: Para 2 personas

En un vaso, espolvoreamos la gelatina sobre el agua y la dejamos reposar para que se asiente.
La ponemos al baño María, cuidando de que el agua caliente alcance por lo menos hasta la mitad de la taza.
La calentamos, removiendo constantemente, hasta que la gelatina se disuelva.
Extraemos el líquido del melocotón en conserva y lo incorporamos a la gelatina, sin dejar de remover.
Vertemos esta mezcla en un recipiente especial para suflés o bollos de alrededor de 1 litro de capacidad, previamente pasado por agua fría.
La mezcla deberá formar una capa de alrededor de poco más de 0,5 cm de grosor.
Dejamos el recipiente en el frigorífico durante 10 minutos o hasta que la gelatina quede casi firme.
Disponemos unas cuantas rodajas de melocotón sobre la gelatina; dejamos enfriar de nuevo.
Cortamos las rodajas de melocotón restantes en trozos de poco más de 0,5 cm y las ponemos en un bol.
Añadimos el sobrante de la mezcla de gelatina y líquido, el queso fresco, el yogur, el zumo de limón, el edulcorante y la canela, y removemos para que se mezclen.
Con una cuchara, ponemos el contenido del bol sobre la capa de gelatina y melocotones del molde para suflés.
Tapamos y ponernos en el frigorífico para que se enfríe durante 6 horas como mínimo.
Con un cuchillo afilado, despegamos los bordes de las paredes del molde.
Lo sumergimos unos pocos segundos en agua caliente para facilitar la siguiente operación: desmoldar el postre en la bandeja de servir.