Es importante que las copas sean transparentes, ojalá de cristal o vidrio.
Deben tener una adecuada longitud de pie, la que permita tomarlas desde ahí para evitar temperar el vino con la mano, se recomienda no usar copas pequeñas y sobre todo las de colores, aunque sean una reliquia de familia.
Entre los placeres del vino están los aromas, el sabor pero también el color, que es su vestido, por lo que es importante dejar que la copa lo manifieste lo más nítidamente posible.